Como acabamos de explicar, el organismo entero se regenera por la noche. No es por casualidad que por el día tengamos que estar despiertos y por las noches durmiendo. Cuando esto no lo respetamos nos encontramos cansados, apáticos, irascibles y como vacíos por dentro. Somos seres biológicos que estamos influenciados por las fuerzas y los ciclos naturales como los solares y lunares. El electromagnetismo al que estamos sometidos, el ambiente y la luz del día o la oscuridad influye sobre nuestro cuerpo. Lo que está pasando fuera de nuestro organismo repercute sobre nuestros órganos, aparatos y sistemas, sobre la sangre e incluso sobre nuestro estado de ánimo.